Para que a nuestra fe no le pase lo del Titanic
1 Timoteo 1:18-20 Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia,19 manteniendo la fe y buena conciencia, desechando la cual naufragaron en cuanto a la fe algunos, 20 de los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a Satanás para que aprendan a no blasfemar.
- Ninguna fe fundada en intereses materiales o seres humanos se mantiene a flote.
- Todo creyente necesita una fe fortísima para mantener a flote su vida y su ministerio.
- Nos mantenemos a flote en y con nuestra fe, o naufragamos y la embarcación de nuestra vida se hunde.
Consejos para mantener a flote “la embarcación” de nuestra fe en Cristo:
- Hay que pelear la buena batalla usando los dones que Dios da a cada creyente. (18a)
- La naciente iglesia de Cristo tenía profetas entre los adoradores asistentes.
- 1 Corintios 13:8-10 El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. 9 Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; 10 mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
- Todo don espiritual se da a un creyente para ser usado en el ministerio y para bendición de la iglesia.
- Todo creyente recibe por lo menos, dos dones: servir y dar.
- El cristianismo es una batalla diaria que debe pelearse con y en el poder del Espíritu Santo. “pelear la buena batalla”. (18b)
- El consejo bíblico fue y es pelear al máximo, de todo corazón, con limpieza.
- En su batalla por la fe en Cristo, déjese guiar por el Espíritu Santo y caminará siempre con su frente en alto.
- Los cristianos también somos retados a dejarnos guiar por la voz de nuestra consciencia.
- Caminar con, por y para Cristo NO es fácil pero es una vida de victoria y satisfacción enorme.
- Recordar que hay que mantener firme nuestra fe a toda costa para que no se hunda.
- Nunca es agradable la imagen de una embarcación que se hunde.
- Sino evitamos la entrada “del agua del pecado” a nuestra “embarcación, nuestra fe, naufraga, se hunde.
- Si permitimos que nuestra fe naufrague, podemos dañar las vidas de niños y otras personas inocentes.
- Nuestra fe puede naufragar sino peleamos la buena batalla.
- El cristiano NO debe ni puede pensar en abandonar “el barco” de su fe ni un solo instante.
- Nuestra fe puede naufragar sino nos aferramos firmemente a ella.
- Un cristiano se mantiene firme con el esfuerzo combinado de su fe y el cuidado de Dios.
- Nuestra fe puede naufragar sino mantenemos una buena consciencia. (19-20)
- 2 Timoteo 2:16-18 Mas evita profanas y vanas palabrerías, porque conducirán más y más a la impiedad. 17 Y su palabra carcomerá como gangrena; de los cuales son Himeneo y Fileto, 18 que se desviaron de la verdad, diciendo que la resurrección ya se efectuó, y trastornan la fe de algunos.
- Nuestra fe puede naufragar sino nos aferramos firmemente a ella.
- El cristiano cree que la resurrección de los muertos ocurrirá en la segunda venida de Jesús. 1 Tesalonicenses 4:13-17
- Dos decisiones que podemos escoger en cualquier etapa de nuestra fe en Cristo:
- Permitir que nuestra fe nos mantenga a flote en los retos de la vida y terminar en victoria con Cristo.
- Permitir que nuestra fe naufrague, perder la esperanza y vivir sin Cristo el resto de nuestra vida.
- 2 Timoteo 2:15 Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.
- 2 Timoteo 4:7-8 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. 8 Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
- Apocalipsis 2:10 No tengas miedo de lo que estás a punto de sufrir. El diablo meterá a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba, y sufrirán por diez días; pero si permaneces fiel, incluso cuando te enfrentes a la muerte, te daré la corona de la vida.